Las pinturas rupestres de Benirrama fueron descubiertas en 1977 por el Centre d’Estudis Contestans, que las estudió y publicó. El abrigo está abierto hacia el sureste, a los pies de la sierra de L’Almirant y a pocos metros del río Gallinera. Actualmente se puede hacer visita autoguiada.
En Benirrama hay representados dos estilos de arte rupestre, el esquemático y el levantino. El arte rupestre está incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde el año 1998. El hecho de formar parte del patrimonio mundial conlleva, además del reconocimiento de su universal relevancia como expresión cultural excepcional, el deber inexcusable de preservar estos yacimientos, de enorme fragilidad y vulnerabilidad, con el fin de poder transmitirlos a las generaciones futuras en las mejores condiciones posibles.
Para visitar el abrigo, saldremos de Benirrama por el camino empedrado (camino de Ebo) en dirección a la carretera. Cruzaremos la carretera y, bordeando la regadera, llegaremos al cauce del río. Lo atravesaremos e iremos hacia la derecha, bordeando la granja de caballos por arriba, dentro de un bosque de pinos. Cruzamos la pista que sube a La Llacuna y continuaremos por el sendero, en dirección a levante, pasaremos por el borde de un corral y, tras un recorrido muy amable, siempre con el río a la derecha, llegaremos a un rodal de carrascas. Tomaremos una loma que nos llevará al camino que sube al abrigo, hacia la izquierda, dejando a la derecha el corral del Vidre.
Tras visitar el abrigo y disfrutar de las pinturas y ver la huella del expolio salvaje que sufrió en 1993, volveremos a Benirrama pasando por las fuentes de la Mata y Benimarsoc. Para seguir este camino, pasaremos por delante del corral del Vidre, atravesaremos el río Gallinera y luego la carretera. En el otro lado se inicia la ruta de los 8 pueblos y, a poco más de un quilómetro, llegaremos al pueblo de Benirrama, no sin refrescarnos antes en la Font de la Mata o en la de Benimarsoc.